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lunes, 3 de agosto de 2015

Es el momento, tenemos una oportunidad histórica

No es ningún secreto, colaboré con Zaragoza en Común y formo parte de Piratas de Aragón y ambas plataformas políticas comparten bastante más de lo que puede parecer a simple vista.

Participación ciudadanaEn ambos lugares se defiende un tipo de democracia directa, participativa, que bajo diferentes formas está destinada a permitir aquello que tanto hemos llamado el empoderamiento de la ciudadanía. La idea subyacente es que todos estamos capacitados para tomar decisiones de forma individual, por lo tanto también lo estamos para hacerlo de forma colectiva, sólo se necesitan herramientas adecuadas y que la información fluya.


La información veraz es fácil de hacer fluir, sólo es necesario que las instituciones abran sus armarios y sus archivadores al mundo. Desde hace un tiempo venimos viendo la creación de portales opendata que no son otra cosa que toda la información de las administraciones liberada al mundo, sí, ya sé que no siempre está bien o que suele ser insuficiente cuando no directamente desactualizada. Pero es un pasito, y es un pasito dado no porque a las administraciones les apeteciera darlo, no, es un pasito demandado por la sociedad, por esa sociedad que no se cree las cifras oficiales y que desconfía mucho, muchísimo de las interpretaciones a esas mismas cifras. Como también es una demanda de la ciudadanía la posibilidad de participación, la necesidad de formar parte de la toma de decisiones más allá de la elección de representantes cada cuatro años. Y eso se consigue con herramientas disponibles en la red o creadas ad hoc. Loomio, Ágora Voting, Democratian, etc. se han creado porque hay demanda (en otro momento hablaremos del modelo de código abierto adoptado por estas plataformas que es muy relevante en este contexto) y de nuevo mencionamos a la madre del cordero: demanda de participación.

bastaEn marzo de 2011 se hizo patente que la gente de estos lares estaba harta, harta de no ser escuchada, de que se tildara de insolidaria a una juventud abocada al paro que se dejaba la piel en ONG en números nunca antes vistos. Se hizo patente que el régimen político estándar, el que aún tenemos, era insuficiente para muchos. Yo no participé en las acampadas del 15M, es cierto, tuve conocimiento de ellas tarde, y tampoco sé si habría acudido (la realidad de cada uno es la que es y parece una pobre excusa pero es la verdad). Sólo sé que como muchos sentí cierto orgullo al ver que un movimiento pionero en el mundo tomaba forma bajo mis narices. Me ilusioné porque por primera vez me di cuenta de que había mucha gente pensando como yo, que había que dar la vuelta a la campana, que la revolución social estaba ya aquí y tenía un cuerpo, muchas manos y muchas cabezas. Pero sobre todo me sentí aliviado al ver que por fin había voluntad y arrestos para acometer una protesta de tal magnitud, una voluntad enorme de cambio. Hay quien piensa que el que no apareciera un líder aglutinador en esos momentos lastró el proyecto. Puede que sea cierto, puede que con un líder se hubiera ido más rápido, pero eso no garantía de que se fuera mejor. Han pasado cuatro años y ahora el movimiento, lejos de estar muerto, amordazado o anestesiado, ha madurado, ha tornado sus principios en raíces y está preparado para dar el golpe en la mesa que es necesario.

Quizá no nos demos cuenta estando todos inmersos en nuestros proyectos pero este es un momento histórico. Es un momento en que nos estamos replanteando la forma en la que se participa en las instituciones. Nos estamos replanteando la función de los partidos políticos sabiendo que los partidos tradicionales ya no sirven y que estos deben refundarse o desaparecer. Alguien podrá decir que esta idea, la confluencia, la construcción de base aún no es mayoritaria, ¿no lo es? Está creciendo la necesidad de colaborar, la necesidad de hacer las cosas de otra forma y esto se nota en el rápido crecimiento de propuestas como Ahora en Común. Hay voluntad, sólo falta que nos deshagamos del lógico temor al cambio, sólo necesitamos firmeza en los pasos y saber mirar más allá. Esto no es una locura de cuatro gatos, estamos ante un cambio de paradigma de la política española protagonizado por gente autoorganizada y empoderada, y ahora decidme ¿en qué lugar del mundo está pasando? Quizá en otros países no sea necesario, en otros quizá sí, pero como con el 15M estamos siendo precursores y dando ejemplo al mundo.

Hay que perseverar, hay que seguir por el camino de la transformación que no es otro que el camino de la revolución, y es necesario hacerlo juntos, transversalmente, horizontalmente y trascendiendo las estructuras partidistas clásicas. Las nuevas organizaciones ya no necesitan de dirigentes/líderes/mesías salvadores, no necesitan que nadie marque el camino si no que son capaces de andar, son capaces de generar sus propias sinergias de forma natural y por ende legítima. Seamos capaces de desprendernos de siglas, colores y anagramas y confluyamos, hagamos historia, demostremos que los ideales de la democracia, la participación y el empoderamiento no son sólo utopías inalcanzables.

Demostremos que somos capaces. Hagamos historia Ahora en común.

lunes, 13 de julio de 2015

¡¡Harto de Pablemos!!

harto
Llevo desde mayo del año pasado queriendo dar mi opinión sobre Podemos. Primero me aguanté por no dar la vara con el mismo tema que todo el mundo machacaba y luego por respeto a gente con la que estaba trabajando y con la que me relacionaba en Zaragoza en Común. Pero ya me he cansado.

Me duele ver a gente muy válida engañada, me duele ver a gente trabajadora y con muchas cosas que decir ninguneada por no ser de la cuerda y me duele ver inventar la rueda una y otra vez.

Recuerdo estar recogiendo firmas para que la Confederación Pirata se presentara a las elecciones y comentarle a un compañero que donde deberíamos batallar el espacio era con Podemos, me dijo que no, que Podemos estaba bien y que si salían sería un empuje para lo que nosotros ya defendíamos: Participación, Democracia, Transparencia, Horizontalidad, Transversalidad, Cultura; me decía que con Podemos haríamos buenas migas. Mi respuesta fue "no", Podemos se basa en un líder, cosa que los piratas evitamos a toda costa, y sólo eso desmonta toda la teoría. Poco tiempo tardé en darme cuenta de que tenía razón, el logo con el que Podemos se presentaba a las elecciones al europarlamento era ¡la propia cara de Pablo Iglesias!

Logo de Podemos en las europeas 2014
Ni en Corea del Norte o Venezuela se había visto nada igual, bueno, igual allí sí. Lo que quiero decir es que en poco tiempo Pablo se convirtió en objeto de idolatría para unos pocos mientras los válidos pretendían hacer de Podemos una herramienta transformadora, generaron debates interesantes y dotaron de contenido a los círculos, ilusionaron y se ilusionaron con el cambio. Pero en mera ilusión se quedó, Podemos se convirtió en Pablemos y tras Vistalegre las deserciones sólo fueron en aumento. En la gran asamblea de Podemos se evidenció que el partido iba a ser vertical, que incluso la mayoría de la militancia así lo quería. De esta forma no se libraron del mal de la política tradicional, el ordeno y mando.

Mientras muchos se llenaban la boca de la revolución que había de venir, "somos el 15M" decían, "votamos on line y tenemos una cosa llamada reddit" clamaban. Nadie les dijo que eso ya lo hacíamos otros, que el 15M tuvo muchos hijos y todos bastardos y que a los círculos nosotros los llamábamos asambleas de toda la vida. Entonces empezamos a hablar de "los de arriba y los de abajo" y a Pablo diciendo cosas tan interesantes como que "el problema es que los políticos son millonarios" y que si la casta esto, o la casta lo otro, y a mí me venían vaporosos recuerdos de discursos trasnochados de los primeros ochenta con el PCE doblando la rodilla ante el PSOE y ambos con el mismo discurso ahora reciclado.

Y al final Pablo Iglesias eurodiputado junto a otros cuatro compañeros, y todo con un programa incumplible porque la mayoría de cosas que contenía no eran de competencia europea, y se lo dice uno que sin ser jurista pasó no pocas noches en blanco estudiando las cartas de competencias europeas para que el programa pirata se ajustara a derecho, sin mentir ni prometer de más. Y los eurodiputados de Podemos no cumplieron, dejaron su euroescaño para ser candidatos en las autonómicas de este año... Si sus asambleas, digo círculos, funcionaran diría: ¡da igual! sea quien sea quien esté sentado porque deciden todo entre todos. Pero no. Da igual porque quien decide es la cúpula, la dirección, los consejos, el rodillo. Y los de abajo siguen trabajando, haciendo de Podemos algo bueno, integrándose en candidaturas populares y trabajando codo con codo con el de al lado, venga de donde venga, para que sus municipios, ciudades, pueblos, sean un poco mejor. Pero eso sí, disimulando un poco porque los jefes no quieren que Podemos vaya a las municipales: es para que no se abuse de la marca, es entendible, pero poco creíble. Si crees en los círculos (sí, eso que te has inventado), si crees en la gente, no te queda más que confiar en el buen hacer y en el autocontrol y la autocontención, y si sale algo que no te gusta... mala suerte, se le llama democracia, descentralización y respetar a la mayoría, todo lo contrario es dedocracia, autoritarismo y liderazgo sectario. Fueron unas palabras desafortunadas del amado líder proclamando que Podemos no se presenta a las elecciones municipales con "su marca" si no "integrado en las confluencias" las que se sumaron a la tendenciosidad mediática de algunos para proclamar que las "candidaturas municipalistas" eran obra de Podemos y sus mentes preclaras. Sí ya sé que muchos de los que integraron estas candidaturas, y siendo miembros de tan ínclito partido, lo desmintieron hasta desgañitarse pero como no hay más sordo que el que no quiere oír ni cúpula que lo desmienta ahí ha quedado todo, sobre todo por el éxito de Ahora Madrid donde (¡oh cielos una excepción) Podemos sí se coaligó a Ganemos Madrid imponiendo formas y candidata.

En resumen y para no alargar algo que iba a ser un pequeño párrafo liberador en una red social. Ahora nos encontramos con que Podemos es la solución a España, a Europa y al Mundo (Monedero dixit), que todo lo demás son inventos de la derecha o intentos de Izquierda Unida para no desaparecer (pitufos gruñones según Iglesias), cosa que no sería ilegítima en sí. Pero no, estos "argumentos" se pergeñan ante la propuesta de Ahora en Común, una propuesta de confluencia, unidad popular, candidatura unitaria, llamémosle como queramos, surgida del mismo empeño que las confluencias de las pasadas municipales, que entonces sí interesaban porque eran útiles si salía bien era (fue)gracias a Pablo y sus acólitos, si salía mal sería por culpa de IU y la gente que les quiso boicotear.

Ahora en Común es un intento real de transversalidad, horizontalidad y de participación, pero son feos y cobardes porque se atreven (nos atrevemos) a disputar a Pablemos un espacio del que hacen gala pero no ejemplo, y fe de ello lo da su fuga de militancia y su bajada continua en las encuestas. Iglesias y el resto del núcleo irradiador (Errejón style) siguen empeñados en decir que lo que se les ponga por delante es un frente de izquierdas disgregador y que va en contra de todo lo que ellos han inventado (la democracia y el pan con tomate) y que la única confluencia es unirse a ellos bajo el paraguas de las famosas listas plancha, que vienen a ser como las lentejas, y no porque se peguen en el puchero o tengan mucho hierro, si no porque es lo que hay y "nosotros (ellos) hemos decidido que es la mejor manera". Me recuerda a cuando en Barcelona en Comú dijeron aquello de "tenéis tres días para montar una lista, esta es la nuestra" (y si no fueron tres fueron un par más que la memoria no me da para tanto). Me gusta mucho más el tipo de primarias de Zaragoza en Común, abiertas desde el número uno, con Podemos en los periódicos diciendo a quién votar y con IU haciendo lobby para que sus candidatos estuvieran arriba, disimulando pero con estilo, para que no se notara y todos fuéramos felices.

Ahora en Común da miedo a Pablo Iglesias y toda su camarilla porque es todo lo que las bases de Podemos quiso que fuera su partido y no lo será, da miedo porque si al final se opta por construir una candidatura alrededor suyo esta podrá dejar a PI fuera de la presidencia del gobierno, si es que ha estado dentro alguna vez. Y si Pablemos ataca con tanta saña (cabezas de ratón, ocurrencias, frente de izquierdas, izquierda moribunda) es porque tiene miedo de que sus militantes tengan una alternativa real de participación, democracia y transparencia. Tienen miedo de que su ocurrencia de listas plancha estatales les pase factura pensando que todo estaba atado y bien atado. Tienen miedo porque su hegemonía nunca ha estado tan amenazada. Como bien dicen, el miedo ha cambiado de bando, o más bien, se está repartiendo por entre los que se creían con la poltrona asegurada. Y yo me pregunto: cuando Pablo Iglesias deje de ser eurodiputado (antes de lo previsto) y no llegue a presidente del gobierno ¿seguirá como simple diputado o tras un tiempo prudencial se retirará de la política con la coleta entre las piernas?

La conclusión vendría a ser: olvidémonos de Pablo Iglesias, Podemos no confluirá y si lo hace será para intentar absorber el proceso, manipularlo, mejor será seguir el camino, mostrar la pluralidad de Ahora en Común y esperar que los descontentos, los ninguneados y todo aquel no hooligan pro mesiánico de Podemos confluya y construya lo que Podemos pudo ser y ya no será.

(Me he quedado muy a gusto, pero aún me falta algo por sacar...)